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Los retiros de fondos previsionales en Chile, gestados por legisladores como una medida de "emergencia" durante la pandemia por Covid19, han tenido consecuencias nefastas y duraderas en la economía del país. Aunque inicialmente se presentaron como una solución para aliviar la crisis económica de los hogares, los efectos negativos de estos retiros se han hecho evidentes con el tiempo, fundamentalmente en nuestros niveles de inflación y pobreza como se advirtió oportunamente, además de otros efectos que se han apreciado ex post, como por ejemplo las ocupaciones ilegales y la actividad informal.
En primer lugar, uno de los impactos más notorios ha sido el aumento de la inflación. Según el Banco Central de Chile, los retiros de fondos previsionales contribuyeron a un incremento significativo del gasto interno, lo que a su vez presionó al alza los precios de bienes y servicios. Este aumento de la demanda, en un contexto de oferta limitada, resultó en una inflación persistente que hasta hoy afecta el poder adquisitivo de las familias chilenas, en especial y con mayor dureza, a quienes tienen menores ingresos.
Además, los retiros han exacerbado la pobreza en el país, al permitir que las personas accedieran a sus ahorros previsionales muchos agotaron sus fondos de pensiones, dejando a una gran parte de la población sin un colchón financiero para el futuro. Esto ha llevado a un aumento en la dependencia de ayudas estatales y ha puesto en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones. Según datos del Ministerio de Hacienda, los retiros han reducido significativamente los ahorros de los hogares, afectando especialmente a aquellos de ingresos medios y bajos.
Otro efecto subyacente -aunque no exclusivo de los retiros- ha sido el incremento de las ocupaciones ilegales. La falta de recursos y la desesperación económica llevó a muchas personas a ocupar terrenos de manera ilegal, en plena pandemia algunas personas que hicieron retiros buscaron con esos recursos una solución inmediata a sus problemas habitacionales, provocando un incremento en las ocupaciones irregulares como no se veía hace décadas e hizo retroceder todos los esfuerzos realizados por la política pública en la materia. Este fenómeno no solo crea conflictos sociales, sino que también genera costos adicionales para el Estado en términos de desalojos y reubicaciones.
La actividad informal también ha visto un aumento considerable. Con la disminución de los ahorros previsionales, muchas personas se han visto obligadas a buscar ingresos adicionales en el sector informal, donde las condiciones laborales son precarias y no existen garantías de seguridad social. Este incremento de la informalidad no solo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también reduce la recaudación fiscal y debilita la economía formal del país.
En conclusión, los retiros de fondos previsionales en Chile, aunque bien intencionados, han tenido efectos adversos en la economía y el bienestar de la población que ameritan erradicar de forma definitiva esta medida de retiros como mecanismo de política pública y entender que solamente traerá problemas en el mediano y largo plazo, por un "shot" de bienestar instantáneo que evidentemente se promueve con fines electorales.
Es crucial que se busquen soluciones sostenibles y estructurales para enfrentar estos desafíos y garantizar un futuro más estable, próspero y feliz para todos los chilenos.
Roger Sepúlveda Carrasco
Rector Universidad Santo Tomás
Región del Biobío
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