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La Tribuna
Columnista

Seguridad Vial: el rol de la educación y simulación en la prevención de siniestros

Solange Cabezas Figueroa

Coordinadora Centro de Simulación
Universidad Santo Tomás Los Ángeles

por Solange Cabezas Figueroa

Durante el año 2023, Chile registró 78.238 siniestros de tránsito que resultaron en 1.635 fallecimientos y 45.679 lesionados. A pesar de una reducción del 9% en la cantidad de accidentes y una baja del 6% en el número de fallecidos en comparación con el año anterior, las cifras siguen siendo alarmantes. Especialmente preocupante es el incremento de casos relacionados con "Drogas y/o fatiga en el conductor", que aumentaron un 27,6%, así como la imprudencia del peatón y del conductor, según datos de Conaset (2023). Estos números evidencian la necesidad urgente de reforzar las acciones educativas y preventivas para promover la seguridad vial en todo el país.

En este contexto, la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, a través de su Centro de Simulación de la Facultad de Salud, ha dado un paso firme en la lucha por reducir los siniestros de tránsito mediante la realización de simulacros a escala real. El pasado 9 de septiembre, conmemorando la Semana de la Seguridad Vial y la Semana Internacional de Simulación Clínica, se llevó a cabo un simulacro de colisión vehicular bajo el lema "Seguridad Vial: Tu Mejor Decisión al Volante".

El simulacro no solo fue un ejercicio práctico, sino una poderosa herramienta educativa para sensibilizar a la comunidad sobre los riesgos asociados al consumo de drogas, la fatiga y la imprudencia tanto del conductor como de los peatones y pasajeros. Este evento reunió a estudiantes de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás, quienes participaron activamente en el rescate de víctimas junto a bomberos, Carabineros de la SIAT, la Mutual de Seguridad y el Servicio Médico Legal. La coordinación estuvo a cargo de la Unidad de Tránsito de la Municipalidad de Los Ángeles y el Centro de Simulación de nuestra facultad.

Como coordinadora del Centro de Simulación, veo cada vez más claro que la formación práctica es clave para preparar a nuestros futuros profesionales. Este tipo de simulacros no solo permite que los estudiantes apliquen sus conocimientos en un entorno controlado, sino que también fomenta la colaboración y trabajo en equipo, tan necesaria en situaciones reales de emergencia. Nuestra misión es entrenar a los estudiantes en las herramientas necesarias para responder eficazmente en situaciones críticas, pero también sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la prevención.

Es crucial que estas iniciativas se continúen realizando y que la simulación se convierta en un pilar fundamental dentro de las estrategias preventivas. En nuestro caso, hemos querido enfocarnos en la seguridad vial, pues durante las fiestas patrias, el aumento de desplazamientos y celebraciones eleva considerablemente el riesgo de accidentes. Fomentar hábitos de conducción responsable y la adopción de medidas preventivas debe ser una prioridad para todos. No basta con tener una legislación que sancione a los infractores, necesitamos un cambio cultural profundo que promueva la seguridad vial como un valor esencial.

El impacto de estos simulacros en la comunidad es evidente. No solo generan conciencia sobre los riesgos asociados a la imprudencia, sino que también preparan a los futuros profesionales de la salud para enfrentar las emergencias con confianza y eficiencia. Enfrentar una colisión vehicular con víctimas implica un despliegue rápido de primeros auxilios, coordinación interinstitucional y una capacidad de respuesta inmediata.

Este tipo de simulacros también refleja el compromiso de nuestra universidad con la comunidad. No solo estamos formando profesionales competentes, sino también ciudadanos comprometidos con el bienestar y la seguridad de todos. Nuestro objetivo es generar un impacto duradero, y estamos convencidos de que la educación es la clave para reducir las cifras de siniestros de tránsito. Promover una cultura de respeto y responsabilidad en la conducción es un desafío de largo aliento, pero cada paso cuenta.

A través de la educación, la simulación y el compromiso comunitario, podemos reducir los riesgos y salvar vidas. La seguridad vial debe ser una responsabilidad compartida, y desde el Centro de Simulación de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles seguiremos trabajando para hacer de nuestras calles y carreteras un lugar más seguro para todos.

Solange Cabezas Figueroa

Coordinadora Centro de Simulación

Universidad Santo Tomás Los Ángeles

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