Para gran parte de la población, la pandemia del Covid-19 es un recuerdo amargo, pero lejano y que habría finalizado. Sin embargo, la realidad cotidiana nos dice lo contrario.

Los efectos de la infección por Sars Cov-2 son aún poco conocidos y dimensionados, pero uno de ellos dice relación con el aumento o reducción de la capacidad inmunitaria de distintos grupos etarios frente a agentes infecciosos circulantes.

Durante el 2023, en Chile vivimos el brote más grande conocido en nuestra historia documentada de Virus Respiratorio Sincicial, el cual afecta de forma muy agresiva a los recién nacidos y lactantes, siendo causa de muerte incluso de infantes de 4 años o más.

Nuestro sistema sanitario chileno, demostró una vez más su capacidad y fortaleza, logrando la implementación de nuevas unidades críticas pediátricas y la reconversión de unidades de adultos a pediátricas en los principales hospitales del país, destacando el gran compromiso asumido por el personal sanitario de todos los estamentos en la atención de nuestros pequeños pacientes, teniendo resultados más que aceptables y con escasa mortalidad.

Teniendo presente lo vivido, este año 2024 el gobierno del presidente Gabriel Boric Font recogió la experiencia y comprometió medidas concretas para evitar que se repitiera una situación como la descrita, razón por la que, a pesar de restricciones presupuestarias, se destinaron 60 mil millones de pesos para importar un anticuerpo monoclonal (Nirsevimab) que al ser inoculado a recién nacidos y lactantes, impide el desarrollo de una infección severa por Virus Respiratorio Sincicial.

Esta estrategia se ha realizado durante toda la campaña de invierno que lideró nuestro Ministerio de Salud durante el 2024, con excelentes coberturas de inoculación: 98% en Recién Nacidos y 91% en lactantes. Todo autorizado por sus padres, siendo los resultados obtenidos una muy baja tasa de hospitalización de estos niños por este virus y ninguna muerte durante la campaña, convirtiéndonos en el único país del hemisferio sur en implementar esta inmunización.

En virtud de los resultados comentados, nuestras autoridades han logrado incorporar esta inoculación en el Programa Nacional de Inmunizaciones del MINSAL, considerado en la ley de presupuesto 2025, lo que sin duda constituye un Gran Regalo para el Futuro de Chile, donde los niños y niñas, sin secuelas por estas enfermedades, puedan tener una mejor calidad de vida.

Dr. Eduardo Barra Jofré

Seremi de Salud Región del Biobío