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Estas maletas están vinculadas al robo ocurrido el pasado 16 de agosto en la sucursal Brinks de Rancagua, región de O’Higgins, donde fueron sustraídos más de 10 mil millones de pesos.
El procedimiento fue ordenado por el Ministerio Público de la región de O’Higgins, tras intensas investigaciones que apuntaron al domicilio como lugar de resguardo del botín. Según los antecedentes preliminares, el dinero estaba envuelto en plástico y cartón, cuidadosamente enterrado para evitar ser detectado.
El robo, que pasó a la historia como uno de los mayores en el país, ocurrió el viernes 16 de agosto, cuando un grupo de delincuentes ingresó a las instalaciones de Brinks en Rancagua con apoyo interno. Mientras esto sucedía, la banda, con la colaboración de exfuncionarios de Carabineros, ejecutó una serie de acciones para desviar la atención policial, incluyendo incendios de vehículos y falsas alertas en la comuna.
Estos actos permitieron que los delincuentes escaparan con el botín millonario, calculado en más de 11 mil millones de pesos. Hasta ahora, la investigación ha llevado a la imputación de 28 personas, entre ellos cinco excarabineros, quienes enfrentan cargos por robo con intimidación, asociación criminal, receptación de vehículos e incendios.
El hallazgo en El Quisco se suma a las diligencias lideradas por el OS9 de Carabineros y el Ministerio Público, que han sido claves para desmantelar la operación de la banda. Según fuentes policiales, el uso de maquinaria especializada como retroexcavadoras se coordinó tras el análisis de información recopilada durante meses.
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