En el año 2025, la brecha de género a nivel nacional es del 20% a favor de los hombres, una cifra similar a años anteriores (21% en 2023 y 22% en 2021). Sin embargo, se observan importantes variaciones a nivel regional.
En entrevista con radio San Cristóbal, María José del Solar, investigadora de Faro UDD abordó los desafíos y avances en la equidad de género en la región del Biobío, reflejados en los resultados del estudio de Faro UDD, realizado en el marco del mes de la Mujer.
La experta se refirió a las repercusiones de la pandemia en la inclusión laboral femenina, y la necesidad de políticas que promuevan la participación de las mujeres en sectores tradicionalmente masculinos.
El estudio menciona que la región del Biobío presenta una de las brechas de género más grandes, especialmente en el subíndice de Empoderamiento Político, con una diferencia de hasta 78% a favor de los hombres. ¿Qué factores crees que están detrás de esta brecha tan amplia en la región del Biobío?
A nivel nacional si bien la brecha es muy extensa ha ido disminuyendo en los últimos años, en general, ese es el patrón. Y en Biobío, en particular lo que sucede es que en el último periodo no disminuyó, sino que aumentó levemente.
Esta es una cifra preocupante y posiciona a Biobío en el puesto 16 de todas las regiones en el ranking con respecto a la brecha de género más alta es porque no está disminuyendo en el último periodo, como si lo está haciendo la mayoría de las otras regiones.
Acá hay varios factores, vemos el tema de los alcaldes, tenemos una brecha de un 90%, siendo dos mujeres en puestos de alcalde de las 33 comunas en Biobío, pero también tenemos el doble de consejeros regionales hombres. También entre los concejales tenemos una mujer por cada seis hombres.
Entonces esto está en los distintos niveles de la representación femenina en los cargos públicos y son varios los factores que hay que tomar en consideración y que esto también afecta a nivel nacional, pero en Biobío pueden estar actuando de una manera más fuerte.
El proceso es lento y todavía hay factores culturales que siguen en el fondo obstaculizando la posibilidad de que las mujeres estén 50 50 con los hombres en este tipo de eh roles, ciertos políticos.
A lo largo de los años, hemos visto una disminución paulatina de la brecha, pasando de un 22% en 2021 a un 21% en 2023 y un 20% en 2025. ¿Crees que este avance es suficiente? ¿Qué medidas consideras necesarias para acelerar estos avances en la igualdad de género?
Lo importante también es este fenómeno que genera el ímpetu inicial, siempre uno parte con más fuerza cuando se rompe la inercia y luego las cosas tienden a estancarse un poquito. Lo importante es que sigamos avanzando, aunque sea un poco más lento en cuanto la parte de la integración desde la sociedad y de la cultura siga teniendo la conciencia de la importancia de esto.
Por eso también es clave que los partidos políticos presenten candidaturas femeninas que sean fuertes también, de tal manera que la sociedad civil en el fondo pueda expresar su voto. Hay que ser muy conscientes de que los cambios culturales llevan tiempo.
En términos de Salud y Supervivencia, el estudio indica que las brechas favorecen a las mujeres en varias regiones, pero también se observan algunas variaciones. ¿Qué factores crees que explican estas diferencias en la esperanza de vida y la salud en general entre hombres y mujeres en las distintas regiones?
El tema de la salud y supervivencia es una brecha que favorece a las mujeres, pero es muy baja y tiene que ver (...) en relación con el hecho de que son más responsables, van más al doctor, hacen en el fondo como chequeos, entonces hay como más espacio de prevención.
En el estudio, también mencionas que la pandemia del Covid-19 afectó negativamente los avances en inclusión económica de la mujer y su participación en el mercado laboral. ¿Qué medidas políticas específicas consideras que podrían ayudar a mitigar este retroceso y fomentar una mayor inclusión de las mujeres en la economía?
Con el tema del Covid, en el fondo lo que vimos es que, si bien se empezaron a generar muchas políticas más bien de flexibilidad, tanto de horario como trabajo remoto (..), roles tradicionales de maternidad y paternidad se volvieron a resaltar de alguna forma fuertemente. Entonces, lo que ha ocurrido eh desde la pandemia, e que la madre ha vuelto en el fondo a ser la figura presente del hogar, mientras que el padre ha pasado nuevamente a ser un poquito más como esta figura de proveedor.
Entonces tenemos eso además de que tenemos estancamiento económico general a nivel país en los últimos tiempos hace que las empresas y las organizaciones no necesariamente favorezcan o prioricen, políticas de inclusión o de equidad de género, sino que se focalicen más bien en la supervisión del negocio.
Entonces, si es que empezamos a promover la idea de que la crianza es un trabajo en conjunto y para ello le empezamos a dar también algunos tipos de políticas orientadas hacia los padres para que el padre pueda estar más activo en el rol de la crianza. Eso le quita peso al rol de la maternidad y permite que la mujer pueda insertarse de una forma más equitativa en el mundo del trabajo.
En cuanto a las diferencias salariales, el estudio muestra que las brechas son más amplias en regiones del norte, como Antofagasta y O'Higgins, en sectores dominados por hombres como la minería. ¿Qué políticas podrían implementarse a nivel regional y nacional para reducir estas desigualdades salariales en sectores masculinizados?
Chile en general tiene una economía que es bastante masculina tradicionalmente de tipo minería, y si bien la mujer se ha insertado en estos mercados, en general tiende a ser en los puestos más bien administrativos, pero no está en la exigencia física propiamente tal.
Pero ahí sí vale la pena hacerse la pregunta, en el fondo, si es que eso es algo donde buscamos reducir la brecha de género o no. ¿Hasta qué punto queremos llegar a 50 50? porque lo que ocurre es que, para ese tipo de trabajos, generalmente, no se está buscando una equidad necesariamente, más bien se busca para los puestos de liderazgo, porque los puestos de liderazgo conllevan el tema también de remuneraciones.
Entonces, dentro de los rubros que son predominantemente masculinos, se sigue tendiendo a una preferencia por liderazgo masculino.
Para concluir ¿Qué se proyecta de aquí al 2050?, ¿Qué nos queda por trabajar?
El tema de darle a los padres sus propios beneficios para que puedan estar en el fondo sin quitarle el espacio a la madre pueda hacer un aporte más equitativo y eso se traduce en todas las otras dimensiones, ¿cierto? de nuestra vida social. Eso, por un lado.
Y, por otro lado, creo que es súper importante eh hacer la reflexión de hasta qué punto queremos llegar 50 a 50, ¿cierto? Porque evidentemente lo que queremos evitar es la discriminación arbitraria, en el fondo quitarles oportunidades a las mujeres por el hecho de ser mujeres. He ahí la gran injusticia.
Entonces, más bien, mi recomendación siempre es, especialmente para el tema de las políticas públicas, ver cómo esta política puede ayudar a equiparar las oportunidades. Y en el fondo, después de eso, es respetar las libertades de las personas. Recordar que somos todos individuos libres, ante todo,
entonces, no caer en esta idea de que para que la empresa tenga 50/50, vamos a contratar a puras mujeres y vamos a dejar a todos los hombres de lado, no, no se trata de eso. También si es que una mujer decide que la maternidad es su camino y quiere renunciar al mercado laboral, también es muy válido, es un camino válido.
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