Hace pocas semanas, el nacimiento de Raymond causó revuelo al convertirse en el bebé más grande de la historia chilena con un peso superior a los siete kilos. Lamentablemente, el menor debió ser trasladado a la región Metropolitana a raíz de diversas complicaciones que presentó una vez nació en la comuna de Curanilahue. A la fecha, su estado sigue siendo de gravedad.
En este sentido, diario La Tribuna entrevistó a la Dra. Fabiola Barba, pediatra de Clínica Las Condes, quien resolvió las dudas que más circularon entre la población, luego de que el caso de Raymond alcanzara connotación pública.
¿CUÁNTO PESAN EN PROMEDIO LOS BEBÉS EN CHILE?
"Los recién nacidos de término en Chile tienen un promedio de peso de entre 2 kilos 800 y 4 kilos. Eso es lo que uno dice que es un recién nacido de término con un peso adecuado para su edad gestacional, de término hablamos que es un niño mayor a 37 semanas. Así lo define la Organización Mundial de la Salud", explicó la Dra.
A lo anterior sumó que "en general ese es el peso, puede variar dependiendo de cada una de las semanas, pero en el caso de este niño nacido en Curanilahue, nació pesando el doble de lo que pesa un recién nacido promedio".
¿POR QUÉ NACEN BEBÉS SOBRE EL PROMEDIO?
Ante la consulta, la entrevistada señaló que "una de las causas es generalmente madres con sobrepeso u obesidad que puedan tener diabetes gestacional, eso genera, por las alteraciones en la secreción de insulina, niños que son más grandes (...) También pueden haber algunas condiciones genéticas, enfermedades de distinto tipo que muchas de ellas también están asociadas al manejo de insulina que hacen que los niños sean más grandes".
"Existen enfermedades que pueden explicar esto, pero lo más frecuente son hijos de madres con diabetes gestacional. No necesariamente una diabética gestacional va a tener un niño grande, lo que pasa es que necesita que se haga un seguimiento y un manejo acorde para las glucemias", agregó.
¿QUÉ RIESGOS ESTÁN ASOCIADOS?
En este punto, la experta fue concisa en señalar que "algunos de ellos parten desde el mismo parto. Un niño grande dificulta su paso por el canal de parto, entonces muchas veces estos embarazos terminan siendo cesáreas lo que trae un poco más de complicaciones".
Asimismo, "pueden nacer con hipoglucemia porque están acostumbrados a vivir con glicemias muy altas, entonces en el proceso de adaptación, baja la glucemia y pueden tener hipoglucemia severa y eso puede traer consecuencias hasta incluso neurológicas. También pueden tener problemas respiratorios, ya que el exceso de insulina de la paciente que tiene diabetes gestacional puede generar que el pulmón no sea tan maduro o incluso hay algunas asociaciones malformativas por madres que son diabéticas".
Por otra parte, en cuanto a las posibles consecuencias a largo plazo, la Dra. mencionó que en medicina se habla de "la epigenética, que es el efecto del ambiente en nuestra expresión génica, entonces todos esto en un periodo tan sensible como el del período fetal, hace que pueda que el niño tenga más predisposición a tener enfermedades crónicas de la vida adulta, o sea, más posibilidad de tener obesidad, sobrepeso, incluso, diabetes".
¿CÓMO PREVENIR ESTOS CASOS?
"Antiguamente se decía que la madre debe comer por dos o que no debía hacer ejercicio, lo primero es decir que lo ideal es poder planificar un embarazo para estar en un peso adecuado, si ya ha quedado embarazada planificado o no planificado con sobrepeso, se debe aumentar los controles, ya que hay que estar súper atentos a sus antecedentes (...) Una vez que se hace el diagnóstico, en el caso que corresponda, se inician los controles para la glucemia, sumando también alguna dieta y ejercicio, si no hay ningún riesgo asociado en el embarazo", respondió la entrevistada.
En alusión al bullado caso de Raymond, agregó que "es difícil saber qué es lo que pasa con las madres en el embarazo y su dieta, pero muchos de los temas de tener un embarazo saludable va con tener una vida saludable (...) Finalmente la educación, alimentación y el seguimiento son primordiales para el éxito tanto de la madre como del niño".
NUEVOS TIEMPOS
El paso de los años en la población chilena, a juicio de la entrevistada, es sinónimo de cambio: "La población chilena, en el último tiempo, ha demostrado una clara tendencia a llevar un embarazo informado. A pesar de que la tasa de natalidad ha bajado, los niños son mucho más cuidados de distintas formas por las familias independiente del nivel socioeconómico".
"Actualmente, los niños son mucho más esperados que antes, la gente a pesar de ser descuidados con ellos mismos, demuestran total interés en el cuidado del bebé que está por nacer y la embarazada", cerró en conversación con el diario.