Los nocivos efectos de los microplásticos en el medio ambiente han sido objeto constante de estudio por parte de la comunidad científica mundial. Y si bien las conclusiones sobre su impacto en humanos aún son incipientes, la reciente investigación de un equipo de la Universidad de Chile, publicado en la revista International Environmental Pollution, vuelve a colocar el tema en la palestra.
El novedoso estudió, que contó con la participación de un grupo de profesionales del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, colocó a prueba un total de doce marcas de agua embotellada, nueve nacionales y tres extranjeras, con el objetivo de descubrir los índices de microplásticos estimando la presencia de partículas promedio por litro.
RESULTADOS
Luego de implementar un procedimiento de microscopía de fluorescencia y tinción con Rojo de Nilo, el estudio arrojó que la marcas Pura Agua, Pure Life y Benedictino lideraron los resultados con 633, 475 y 450 partículas estimadas promedio por litro respectivamente. Asimismo le siguieron las marcas Puyehue Bio (392), Andes Mountain (359), Puyehue (342), Cachantún (333), y Vital (242).
Por su parte, las aguas embotelladas importadas registraron 508 partículas estimadas promedio por litro, en el caso de Fiji, mientras que Acqua Panna arrojó un índice promedio de 492. En último lugar quedaron Evian, con 250 partículas y la española Solan de Cabras, que promedió un índice de 217.
"UNA PERSONA PODRÍA ESTAR CONSUMIENDO ENTRE 160 Y 270 PARTÍCULAS"
De acuerdo con uno de los autores de esta publicación, Carlos Manzano, los resultados permitieron arrojar una Ingesta Diaria Estimada (IDE) de estos componentes. En palabras del docente: "Considerando un consumo promedio de al menos 38 litros de agua embotellada al año en nuestro país, una persona podría estar consumiendo entre 160 y 270 partículas de plástico por cada kilogramo de su peso corporal durante un año".
En ese punto hizo especial hincapié en que "esto no significa que haya una amenaza directa sobre la salud, sino que es un punto que se debería explorar mejor".
¿PELIGRO PARA LAS PERSONAS?
Entre los científicos e investigadores, al hablar del impacto de estos materiales en el organismo, existe debate en más no consenso. De esta forma es relevante destacar que la publicación chilena plantea que "es bien conocido que la toxicidad de las MP aumenta en fracciones de menor tamaño, lo que sugiere que pueden desplazarse a través de sistemas fisiológicos y aumentar su potencial acumulación en órganos como el hígado y los riñones, además de generar impactos negativos a nivel celular".
A lo anterior suman que "se encontró que el 77 % de los sujetos de prueba tenían una cantidad mensurable de MP en la sangre, siendo PET, PS y PE los polímeros más encontrados (...) Esto respalda la hipótesis de que la exposición prolongada a partículas de plástico podría provocar su absorción en el torrente sanguíneo, lo que indica que ciertos polímeros plásticos pueden estar biodisponibles".
ESTUDIOS SIMILARES
Otras investigaciones como la encabezada por la Universidad de California, y publicada en Chemistry Environmental Sciences, plantean que la cantidad de partículas nanoplásticas en el agua embotellada ha aumentado con el paso de los años. Según Wei Min, biofísico de la Universidad de Columbia y coautor del estudio, los resultados arrojaron que el agua examinada tenía entre 10 a 100 veces más de lo estimado anteriormente.
Sin embargo, la publicación apunta a conclusiones similares a las obtenidas por los investigadores chilenos: "Aunque los nanoplásticos y las partículas ligeramente más grandes, conocidas como microplásticos, se encuentran cada vez más en nuestros alimentos, bebidas e incluso en nuestro cuerpo, sus efectos en nuestra salud aún no están claros".
Otros profesionales, como el Dr. Konstantinos Lazaridis, gastroenterólogo que estudia el papel de los factores ambientales en la enfermedad hepática en la Clínica Mayo, han señalado que si bien, un puñado de pequeños estudios han descubierto que los MP pueden cruzar la barrera hematoencefálica, ingresar a la placenta y aparecer en la orina, "un microplástico o nanoplástico en particular presente en un tejido no significa necesariamente que cause daño".