El gerente de la Asociación de Contratistas Forestales, René Muñoz, observó cómo la violencia instalada en las zonas productivas ha empujado la actividad fuera de los territorios donde normalmente se ejecutaba, llevándose consigo el empleo y ralentizando el desarrollo de las regiones. Debido a lo anterior, llamó a las autoridades responsables a hacerse responsables de la situación, en pos del impulso de la actividad económica de las regiones.
El representante gremial, en conversación con diario La Tribuna, aseguró que "en el sector forestal, la inseguridad, los mercados y los delitos que influyen en nuestra actividad están haciendo que la actividad disminuya en las zonas que son forestales en el país y en la región".
En ese marco, insistió en que "esto va afectando el comportamiento de las empresas que prestan servicios en la región, lo que ha hecho que vayan cambiando de rubro o se reubiquen en otras zonas, porque la realidad es que hoy es muy difícil trabajar en la región con la amenaza permanente de que vas a perder tu capital".
Puso como ejemplo el cierre de un aserradero por parte de la empresa Arauco, lo cual ocasionó la pérdida de más de 90 puestos de trabajo directos y otros 21 de empresas de servicios relacionadas.
ACTIVIDAD FORESTAL A OTRAS ZONAS
Otra consecuencia, añadió, "es que se buscan otros destinos forestales, principalmente en la zona norte de Biobío y al sur de Los Lagos. Los empresarios se están moviendo porque la realidad es insostenible".
"Después de tantos años no hay empresario o contratista que aguante estar sometido a una violencia permanente, cosa que también ocurre en los proyectos del Estado, que apoyan a las provincias", afirmó el gerente de Acoforag.
De acuerdo a sus palabras, "ya no hay empresas que quieran trabajar en la reconstrucción de caminos, electrificación rural o en la construcción de viviendas en sectores rurales. Hay una falta de mano de obra precisamente por todo lo que está ocurriendo".
Según René Muñoz, "eso es un efecto directo. La emigración de la actividad hacia otros lugares va generando problemas en toda la cadena, a nivel de administración así como en la operación. Probablemente habrá otras industrias o empresas que quieran instalarse en el territorio, que lo veo difícil, aunque es una alternativa.
De acuerdo al directivo, "los empresarios tenemos que ir buscando distintas alternativas donde vayamos teniendo la tranquilidad, podamos progresar e invertir".
SEGURIDAD EN EL SECTOR FORESTAL
El timonel de Acoforag lamentó que "hoy, en la región del Biobío, es difícil (invertir). Hay que hacer el llamado a las autoridades, con la experiencia que tenemos de 10 años de que esto va en contra de lo que buscamos todos".
El gerente de los contratistas forestales insistió en que lo que buscan "es trabajar, desarrollarnos, invertir, producir, dar trabajo, innovar e incorporar tecnología (...) Hoy está completamente restringido y la situación laboral que genera esto se ve limitada".
René Muñoz hizo también un llamado a que esto no retrase o haga retroceder el desarrollo de las zonas que se basan en la actividad forestal.
"Aquí hay que mirar al país de otra manera, aquí no basta con decretar estado de excepción", declaró en relación a las medidas que se han tomado para enfrentar la violencia de la Macrozona Sur.
El representante consideró que, de hecho, estas medidas, "normalizan condiciones difíciles. Aquí hay que tomar otras decisiones. Nosotros esperamos que las tomen. Deben decir, responsablemente, ‘esto no más’. Esto perjudica el desarrollo de las regiones, lo tenemos claro, pero creemos que arriba no se entiende el perjuicio a la actividad económica de las regiones".