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Ex técnico de D. Iberia reabre esotérica historia en su paso por la Azulgrana

Ronald Fuentes recordó la anécdota que ligó con el ascenso del cuadro Azulgrana a la Primera B del fútbol profesional.

Ronald Fuentes, en su paso por D. Iberia, La Tribuna
Ronald Fuentes, en su paso por D. Iberia / FUENTE: La Tribuna

Las historias de maldiciones, mala suerte y otras tantas vinculadas a lo esotérico, también se viven en el fútbol, y en especial en el chileno, donde hay experiencias dignas de ser contadas.

Eso fue lo que develó el actual técnico de Magallanes, Ronald Fuentes quien recordó un particular caso, precisamente cuando estaba al mando de Deportes Iberia. Para gran parte de la hinchada angelina es un tema conocido, pero que no hay claridad de lo que realmente sucedió y menos a nivel nacional. 

Hoy Ronald Fuentes es recordado en Los Ángeles como el técnico del tricampeonato, con ese ascenso obtenido el 30 de marzo del 2014, que dejó a Iberia en la Primera B, después de 22 años.

El pasar de hoy, tanto de Ronald Fuentes como de Iberia, es absolutamente distinto. Fuentes es hoy técnico de Magallanes, ha sustentado un buen rendimiento deportivo, como fue el triunfo sobre Rangers de Talca en el estadio fiscal de esa ciudad en la fecha pasada de la Primera B por 3 goles a 2.

Fue precisamente ahí, tras el partido y en conferencia de prensa, donde el técnico hizo una alusión a la situación del equipo talquino. Ante la pregunta de si creía en la existencia de las maldiciones en el fútbol, respondió con aplomo: "Sí, creo, porque viví una situación así en Iberia".

Lo cierto es que el ex zaguero de la Universidad de Chile, dio a conocer su versión de lo que se conoció como la "maldición de Iberia". "Después de 25 años que el club no subía, hubo un arreglo de calle, se expropió una parte del estadio y ahí había una camiseta enterrada debajo de una casona antigua. Dicen que eso tenía la maldición, porque era de una persona a la que se le había quedado debiendo dinero durante mucho tiempo. Se juntó la plata, y se le pagó a la viuda del caballero y, coincidentemente, ese año ascendimos".

LA VERDAD DE "LA MALDICIÓN"

Si bien es cierto hubo una situación particular en que los dirigentes, en la era de Carlos Heller subsanaron esa "maldición", pagando la deuda y realizando ‘machitunes’, la verdad de esa historia es otra.

Que la pelota, por algún hecho "sobrenatural" no entró; que el árbitro no cobró ese penal o que... diversas hipótesis para explicar lo inexplicable. La verdad es que siempre estuvo presente esa "mala suerte" que, a la postre, impedía lograr el propósito final, la que con el tiempo se transformaría en una "Maldición Azulgrana", adjetivo que se acuñó por muchos años entre la hinchada iberiana.

Esa "maldición" cobró más fuerza cuando en 1998, el entonces presidente iberiano, Alcides Fuentes, recibió una importante suma de dinero que le permitiría pagar sueldos y algunas deudas que el club había contraído y que le complicaba su subsistir económico y deportivo. Este hecho fue ratificado por el propio presidente en una nota publicada en el diario La Discusión años más tarde. Fueron $ 2.000.000 (dos millones de pesos) los que el máximo timonel recibió en calidad de préstamo, con el compromiso de que en treinta días más devolviera el dinero, con cien mil pesos adicionales por concepto de interés.

El dirigente de Iberia, David Arias, fue quien hizo el nexo con el financista, oriundo de Laja, quien tenía el dinero por su jubilación y que accedió a la petición directa de Fuentes, pues "el presidente iberiano le daba mucha confianza".

El financista se llamaba Julio Zapata Parra, quien había jubilado de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, CMPC, (trabajaba en el área control de calidad), donde además era socio del sindicato Nº1 de la empresa asentada en Laja. Lo cierto es que, según el propio Alcides Fuentes, no se pudo devolver la totalidad de lo pactado; solo el 25 por ciento.

Para Enrique Figueroa, encargado del aspecto financiero del club, dicha deuda era verdadera, sin embargo, no estaba acreditada.

La historia cuenta que finalmente no se le canceló, más allá de que le habían extendido algunos cheques que no tenían el soporte económico.

En la nota publicada en el diario La Discusión, David Arias era tajante al indicar que él siempre había estado dispuesto a que dicha operación quedara registrada en los libros de contabilidad del club, pero nadie - dijo - se hizo responsable directamente de la deuda.

Finalmente, el financista, falleció sin recibir de vuelta el dinero de sus ahorros y mucho menos los intereses.

Según la "leyenda negra", él antes de morir o su familia más cercana habrían maldecido al club para que éste pagara deportivamente su falta de compromiso con quien creyó de buena fe, que su dinero le sería devuelto. 

EL SAHUMERIO Y RITUALES EN LA CANCHA

Nadie quería que a Iberia le pasara lo del "casi casi", oportunidades que se diluían entre la esperanza de toda una comunidad por ver a su club ascender de categoría y que, al final, se quedaba sin nada. Ya lo habían vivido amargamente. Por eso, cualquier elemento extrafutbolístico que permitiera lograr que ese esquivo sueño no se escapara, valía la pena tomarlo. Y uno de esos aspectos era lo intangible, aquello de lo cual se rumoreaba, pero que nadie en su momento lo daba como una excusa valedera para argumentar que su querido Club se había quedado sin nada, por una supuesta "maldición".

Para evitar aquello, en los últimos partidos del torneo del año 2012 - 2013 apareció un extraño personaje, vestido de traje, con media barba y que se paseaba en el sector de camarines.

Algunos pensaban que era un representante de jugadores, otros que era algún familiar de uno de los miembros del plantel. Lo cierto es que su presencia tenía otra causal y no era otra, sino que el de espantar a los "malos espíritus".

Lo conocían como "El Champion", "El Chamán", "El brujo", personaje que tras el contacto, fue autorizado por Ronald Fuentes, para realizar sahumerios al interior del camarín local. Asimismo, 1durante la noche fue autorizado para ingresar al campo de juego y realizar un conjuro en el arco norte, el cual supuestamente estaba "cargado". Un factor, que para algunos no tiene ninguna validez, pero que, para los hinchas iberianos, era una necesaria "limpieza", que ayudó a conseguir el anhelado ascenso. (Fuente: "Sueño en Azulgrana")




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