El 16 de julio, Daniela Olate Venegas, una joven de 23 años, desapareció en la comuna de Florida, región del Biobío. La última vez que se le vio, había viajado desde Concepción para llevar medicamentos a su abuela materna.
Al momento de esperar el autobús de vuelta, Daniela abordó el vehículo de un desconocido que se ofreció a llevarla. Poco después, compartió su "ubicación actual" con su hermana Constanza, pero minutos más tarde dejó de contestar su teléfono celular, lo que encendió las alarmas entre sus familiares y amigos cercanos.
Según informó Radio Biobío, la última persona en tener contacto con Daniela fue su hermana. Constanza relató: "Después de subirse a ese vehículo, me manda un mensaje y me dice: 'Me voy a ir con un caballero'. Me manda su ubicación actual".
Al notar esto, Constanza intentó contactarla nuevamente: "Cuando me doy cuenta de que me manda su ubicación actual, la trato de contactar para que me mande su ubicación real. Le llegaron los doble check (cuando la otra persona recibe el mensaje) y no me contestó". Añadió que, "después de diez minutos, la empecé a llamar y escribir en WhatsApp y no me contestó. El teléfono apagado... no le llegaban los mensajes de WhatsApp... nada".
Hallazgo del cuerpo
Fue entonces el pasado miércoles, cuando la Policía de Investigaciones (PDI) encontró el cuerpo de Daniela en una quebrada del fundo particular Trecacura, sin sus vestimentas y con lesiones atribuibles a terceros. Desde entonces, los esfuerzos se han centrado en localizar al posible responsable de este trágico suceso.
En las últimas horas, la familia de Daniela ha pedido justicia a través de su padre, Luis Olate, mientras las policías continúan trabajando en el caso. "Ella solo estaba descansando para buscarse un trabajo en lo que había estudiado y salir adelante. Tenía muchos proyectos, muchos proyectos en su mente", señaló el hombre.
La comunidad sigue atenta a los avances en la investigación, esperando que se haga justicia por la pérdida de la joven.
