El centro interdisciplinario de humanidades y ciencias sociales de la Universidad del Desarrollo, Faro UDD, publicó una nueva versión de su boletín regional, el cual reveló que Biobío se posiciona como la cuarta región del país con mejor crecimiento económico en la última década.
El informe - titulado con el nombre "Crecimiento económico regional: desafíos y oportunidades para el Biobío" - sostiene que el Biobío tuvo un aumento del 16% del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en el periodo 2013-2023.
El estudio planteó dos desafíos que deben revisar las autoridades del Biobío para mantener el dinamismo económico y posibilitar así una mayor inversión en los distintos rubros industriales que operan en la región: el preocupante aumento de los índices delictivos y la demora en la tramitación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA).
Para conocer más detalles del estudio y entender sus resultados, diario La Tribuna se contactó con Patricio Órdenes, profesor encargado de este boletín e investigador del Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales Faro de la Universidad del Desarrollo, quien además se refirió a la crisis que afecta a la empresa siderúrgica Huachipato.
ENTREVISTA
-¿En qué consistió el estudio "Crecimiento económico regional: desafíos y oportunidades para el Biobío"?
El estudio es un boletín regional que es un producto quincenal de Faro UDD en que nos centramos en el crecimiento económico en las regiones. En la discusión pública se tiene muy claro que Chile está atravesando por un periodo de bajo crecimiento en la última década. Entonces, en el estudio hicimos un doble zoom a lo que ha sido el crecimiento del PIB per cápita para todas las regiones y el principal resultado al que llegamos es que la región del Biobío se ubica como la cuarta región del país con mayor crecimiento de PIB per cápita, equivalente a un 16% desde el 2013 a 2023.
-¿A qué se debe el crecimiento en la región?
Esa es una pregunta muy interesante. Lo que está detrás de este crecimiento heterogéneo en las regiones es el desempeño que tienen los diversos sectores de la economía en este periodo de estudio; además del grado de relevancia que han tenido estos sectores en cada región.
En el caso de la región del Biobío, la industria que implica la mayor parte de su producción son la manufacturera, la de servicios personales y la de servicios financieros y empresariales que, en su conjunto, implican casi el 50% del PIB de la región.
-En su opinión, ¿qué le faltaría al Biobío para subirse al podio de las regiones que más han crecido en el país?
El desafío que tienen las regiones es justamente ir creando las condiciones tanto institucionales como sociales, para que las inversiones puedan ir desplazándose desde industrias menos productivas hacia las más productivas y para esto es fundamental crear condiciones de seguridad. En ese sentido, el Biobío tiene un desafío importante, que tiene que ver con disminuir los casos de homicidios y las víctimas de secuestro en la región que se han registrado con fuerza en la última década; sumado a la necesidad de ser más eficientes en la tramitación de estudios de impacto ambiental en los proyectos de inversión en la región.
-¿Por qué la tardanza en la tramitación de los EIA altera las cifras del crecimiento económico de la región?
La tramitación de Estudios de Impacto Ambiental es algo fundamental para crecer de manera sostenible con el medio ambiente, sin embargo, hay que transitar a una evaluación que sea eficiente, ya que no puede ser que en algunas regiones se demore más de un año y medio que en el resto del país... sin duda esto afecta el crecimiento porque cuando hay regiones que demoran más tramitar los EIA en proyectos de inversión, lo que ocurre que esas inversiones no se materializan y se terminan yendo a otras regiones.
-¿Y en el caso de los índices delictivos?
Que suban los delitos y que haya problemas de seguridad en la región es una forma de un impuesto solapado para las inversiones, porque cuando existe problemas de seguridad las empresas empiezan a tener que desembolsar recursos en seguridad y, por lo tanto, esos recursos se dejan de invertir en otras áreas muchos más productivas, obteniendo como consecuencia la pérdida de generación de empleos.
-¿Cree que este estudio debe ser tomado en cuenta por las autoridades regionales?
Espero que este estudio sirva de estímulo para la discusión regional, dado a que el país se encuentra en un periodo de bajo crecimiento, la gestión propia de los gobiernos regionales se hace aún más necesaria. Esto debe ser clave para traer más inversión, para crear mejores condiciones de seguridad y a largo plazo generar más crecimiento en las regiones.
-Debido a la crisis que afecta a Huachipato, ¿qué medidas recomienda que se deberían aplicar para que el crecimiento económico de la región no sufra un impacto importante?
Lo que hay que velar es una recuperación rápida de aquellos empleos que se vayan perdiendo en caso que cierre Huachipato, para así aminorar los efectos de la economía. Para aquello es necesario que las autoridades regionales crean las condiciones para que haya mayor dinamismo en la economía, así estos cierres de empresas tendrían un impacto mucho menor.