Con el fin de validar la propuesta y recibir retroalimentación sobre posibles ajustes y priorizaciones, con más de 30 participantes se realizó en la región del Biobío el Diálogo Ciudadano para la co-construcción de la Política Nacional de Juventudes Rurales, trabajo que lleva adelante el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) y el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP).
César Rodríguez, subdirector nacional de INDAP, detalló que la política propone cinco ámbitos: autonomía económica, educación y formación, autocuidado y bienestar, liderazgo y acción colectiva e identidad local y ambiental. "El objetivo fue hacer un análisis crítico de esa primera propuesta, de tal manera de volver a enriquecerla, de volver a generar espacios de participación para ya irla consolidando a comienzo, ojalá, del primer mes del año 2025", precisó Rodríguez.
En la región del Biobío INDAP cuenta con 2.735 usuarios acreditados que pertenecen al segmento de jóvenes rurales, es decir, que tienen entre 18 y 40 años de edad. Fernando Escobar, hortalicero de Quilleco, es uno de ellos y valoró la instancia para dar su opinión.
La política, que fue una iniciativa encomendada por el Presidente Gabriel Boric, busca orientar al Estado para propiciar adecuadas condiciones de vida en los territorios rurales, "busca empoderar a nuestros jóvenes, promoviendo oportunidades para fortalecer el desarrollo y el futuro del campo chileno", comentó la seremi de Agricultura en Biobío, Pamela Gatti.
De la actividad realizada en la Biblioteca Municipal de Concepción participaron jóvenes de comunas costeras, cordilleranas y del valle central. En ese sentido, la directora regional de INJUV, Jimena Jorquera, destacó que "una política de juventudes rurales sin jóvenes no tiene sentido, estuvieron muy bien representados los territorios en este encuentro y también es súper positiva la presencia de mujeres".
Esta jornada fue la tercera de su tipo a nivel nacional, luego que se realizaran otras dos en las regiones de Arica y Parinacota y la Metropolitana de Santiago. De esta forma recogieron opiniones que ahora serán sistematizadas, garantizando que la política final sea inclusiva y representativa de las juventudes rurales de Chile.
