Cada una de las catorce comunas de la provincia de Biobío tiene sus particularidades asociadas a su realidad, atributos diferenciadores y riqueza, ya sea humana, económica y geográfica, entre otros, lo que la convierte en un territorio de gran potencialidad.
Para Felipe Matamala Espinosa, de profesión Ingeniero en Biotecnología Vegetal y magister en Innovación Tecnológica y Emprendimiento, existe gran potencialidad en el territorio. “Creo que el escenario actual es muy diverso. Hay sectores en los cuales el emprendimiento no ha logrado diferenciarse y generar ventajas competitivas reales”.
En cuanto al comercio tradicional manifestó que “aún hay grandes temas de digitalización” y que en otros rubros se avanza con emprendimientos que se han posicionado en el contexto local e internacional, “es el caso de la agroindustria, que está incorporando más tecnología e innovación, que nos pone en una posición altamente competitiva. No obstante, las riquezas del territorio, creo que aún no son aprovechadas para desarrollar todo el potencial que tenemos. Aún somos muy tradicionales en ámbitos de consumo y en el desarrollo de ideas”.
La entrevista se desarrolló en el marco de una iniciativa financiada a través de un proyecto presentado al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social Regionales, Provinciales y Comunales del Gobierno de Chile y del Consejo Regional, y tiene como objetivo ser un espacio que visibilice emprendimientos innovadores de la provincia de Biobío.
FORTALEZAS Y CULTURA EMPRENDEDORA
Felipe Matamala, que desde el año 2013 ha trabajado de manera ininterrumpida en el área del emprendimiento, destacó las fortalezas que, a su juicio, se deben potenciar dentro del territorio: “Una reflexión que debemos hacer es que hay un reconocimiento generalizado de un cambio progresivo y de maduración del ecosistema de emprendimiento de la provincia de Biobío dentro de los últimos diez años, impulsando principalmente la cultura del emprendimiento”. En ese sentido valoró cinco aspectos. El primero de ellos, la interacción entre el sector público, privado, de las comunicaciones, organizacional y de instituciones de educación superior, “sin embargo, es fundamental potenciar como también aumentar la cantidad de entidades que participan en estas instancias, desarrollando líneas estratégicas a largo plazo con foco en el emprendimiento e innovación en sus distintos matices. Potenciando la territorialidad, es decir necesitamos descentralizar y potenciar el crecimiento de las comunas, entendiendo la identidad de cada una de ellas”.
En segundo término, resaltó el aumento de los espacios de socialización, conversación y difusión de emprendimientos y empresas locales de diferente naturaleza y sectores productivos, “permitiendo por una parte darnos la oportunidad de reconocer el talento local, aumentando el conocimiento de la comunidad, identificando nuevos referentes y permitiendo generar nuevos negocios” valorando el rol protagónico en el proceso asumido dentro de esa instancia, por radio San Cristóbal, diario La Tribuna y los municipios, entre otros, “desarrollando y promoviendo iniciativas basadas en la realidad territorial con pertinencia local, apuntando desde instalar capacidades en la zona como también conectar a los empresarios con emprendedores (...) Existe un aumento del capital humano especializado con conocimiento en emprendimiento y metodologías desde la educación media técnico profesional, universidades e institutos profesionales”. Lo anterior, al hacer mención a la incorporación de módulos y asignaturas específicas, entre ellas, emprendimiento y empleabilidad, innovación, economía, bioemprendimiento o bionegocios, entre otros, permitiendo la socialización de estos conceptos y generando un entendimiento compartido sobre ello. “Sin embargo, debemos potenciar los espacios de convergencia a través del aprender jugando en instancias de concursos o desafíos que permitan poner en valor, los conocimientos puestos en aula y promover el trabajo interdisciplinario e intersectorial”.
En ese sentido manifestó que “aquíes vital, desarrollar una estrategia para retener estos talentos y se queden, esto permitirá mejorar la competitividad productiva de nuestra provincia, ya sea aportando con nuevos emprendimientos y generando valor dentro de las empresas o instituciones donde se desempeñen”.
Finalmente citó que “hay una aceleración de la adopción tecnológica como parte de las consecuencias de la crisis sanitaria, que ha permitido el uso y entendimiento de las herramientas digitales y su potencialidad incorporada tanto en procesos propios de las organizaciones como también para la difusión, marketing y promoción de emprendedores y de sus productos y servicios, lo cual debiese mantenerse y crecer aún más en el entorno cercano, eliminando las barreras geográficas para la adquisición, venta y distribución de productos y servicios”.
LAS OPORTUNIDADES DEL ENTORNO
Al ser consultado respecto a las proyecciones del emprendimiento dentro del contexto económico local, Felipe Matamala comentó que a su juicio, “el territorio tiene muchas potencialidades y somos nosotros los llamados a desarrollarlas, por lo que primero debemos partir con creernos el cuento, considerando que ya existe una base de instalación de capacidades y los entornos colaborativos y asociativos”.
En esa línea, propuso establecer más espacios para la cooperación, aumentar la cantidad de instituciones adheridas a las propuestas, y a la vez “ir desarrollando nuestras propias políticas locales donde uno de los pilares sea el emprendimiento y la innovación a largo plazo, potenciando a las 14 comunas de la provincia de Biobío, trabajando de manera entrelazadas, promoviendo actividades como la agroindustria, el desarrollo de energías renovables, emprendimientos sociales, ecoturismo, industrias creativas, emprendimiento tecnológicos y de servicios”.
Al mismo tiempo propone “ir visualizando las oportunidades que nos da el entorno pensando en las nuevas economías, como la plateada y la verde, que en base a la realidad puede transformarse rápidamente en una oportunidad”.
DIVERSIFICACION Y TRABAJO INTERDISCIPLINARIO
Bajo este nuevo escenario, donde los emprendedores se enfrentaron a una crisis sanitaria, con una rápida adaptación al cambio, a las nuevas herramientas digitales y con una alta resiliencia en un entorno dinámico, sumado a los nuevos desafíos, surgen nuevos retos, “comienzan a sonar cada vez más fuerte, los conceptos de la economía plateada y verde, entre otras, y se hace indispensable poner énfasis en acelerar el proceso de maduración del ecosistema de innovación y emprendimiento de la provincia de Biobío, que permita por una parte potenciar el desarrollo de emprendedores nacientes, reducir la desaparición de aquellos que atraviesan por el Valle de la Muerte, fomentar los emprendimientos dinámicos (startup), como también aumentar la probabilidad de éxito y su sostenibilidad en el tiempo”.
En este sentido sugiere “fortalecer la articulación pública, privada, organizacional y de instituciones de educación superior de la provincia de Biobío, coimpulsando estrategias y políticas locales que permitan aumentar la tasa de creación de emprendimientos y su sostenibilidad en el tiempo, además de fortalecer el capital humano y la retención del talento”. A ello suma la necesidad de aumentar las oportunidades de financiación para la provincia a largo plazo (diez años), promover la cultura emprendedora, potenciar el trabajo interdisciplinario y de diversificación productiva intersectorial, mantener y estimular el uso de herramientas tecnológicas en diferentes niveles, generar espacios de convergencia y divergencia con distintos actores del ecosistema, entre otros.
TALENTO LOCAL
“La provincia cuenta con grandes talentos pero debemos ir sumando y reconociendo a nuevos, que quieran subirse a esta ola que está llena de gente poderosa y movilizadora, que busca continuar propiciando espacios para nuestro territorio” sostuvo el profesional.
Matamala plantea que si bien “nos encontramos en un entorno dinámico, el gran desafío es enfrentar y resolver los equilibrios económicos. No podemos olvidar algunas de las enseñanzas de la pandemia, como apostar por la digitación y la transformación digital de los emprendimientos con una reducción de las barreras geográficas para la adquisición, distribución y ventas de productos y servicios”, destacando el rol de instituciones públicas y privadas, que fortalecieron las instancias de capacitación y de cursos para promover e impulsar el ingreso a la era digital. En ese sentido, mencionó el último reporte entregado por el Global Index Innovation (GII), que sitúa a Chile en la posición 50 entre 132 naciones que participaron de la medición. Entre sus mejores calificaciones, destacan la calidad en asuntos regulatorios y la creación de nuevos negocios, que se relaciona al aumento en el uso del sistema de propiedad intelectual como porcentaje total del comercio. Este año Chile lideró nuevamente la lista entre los países de Latinoamérica y subió 3 peldaños en el ranking, al pasar del lugar 53 en el 2021 al puesto 50.