Medio Ambiente

Los cambios que ha experimentado el río Biobío en los últimos 30 años

En una alianza pionera entre la academia y los sectores públicos y privado se ha logrado monitorear el comportamiento de la cuenca.

Río Biobío, cedida
Río Biobío / FUENTE: cedida

El seminario «30 años del seguimiento de la calidad del recurso hídrico de la Región: Río Biobío» se realizará este viernes 12 de abril a las 9 horas en el auditorio Galletué de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción. La instancia espera reunir a autoridades medioambientales junto al mundo académico y privado para socializar la importancia del monitoreo de la cuenca del río Biobío y los 30 años de experiencia del Centro EULA en esta materia.

A fines de los 80, este proyecto de investigación, financiado con aportes del gobierno italiano y la Universidad de Concepción, permitió, en los albores de la democracia, contar con información de primera fuente sobre el componente humano, ambiental y socioeconómico de la cuenca. Se vislumbró entonces la necesidad de implementar una política de cuencas que permitiera una gestión racional del agua y el aprovisionamiento, además de otorgar seguridad hídrica a más de un millón de habitantes que en ese entonces poblaban este sistema natural.

CREAN CONSORCIO DEL BIOBÍO

No es frecuente que un proyecto de investigación se transforme en algo permanente. Sin embargo, el proyecto, además de dar origen al centro EULA, también logró convertirse en una iniciativa apoyada por el sector productivo que usa y se beneficia de las aguas del río Biobío, por medio de la creación del consorcio Bío Río. Esto permitió al EULA entregar resultados año a año a las autoridades, en distintos formatos, como la elaboración de un mapa de calidad del agua de la cuenca, por ejemplo.

"Desde el centro EULA queremos relevar la importancia que tiene el seguimiento continuo. El río Biobío es uno de los ecosistemas acuáticos continentales protegidos en Chile y está protegido gracias a que existía esta base de datos de información que permitió elaborar una norma de protección ambiental para el río. Lo tenemos protegido gracias a que existió la voluntad de esta colaboración público-privada para protegerlo, digamos, en términos de la calidad del agua", señala el director del Centro, Dr. Ricardo Barra Ríos.

"Tenemos que pensar que esta cuenca está produciendo casi un 40% de la energía del país. Sin embargo, no había antecedentes respecto a la calidad del agua como a la biodiversidad que se podía encontrar. Las empresas, en ese sentido, fueron muy visionarias y dijeron, sí, esto es necesario para el país, es necesario para la región, es necesario saber qué pasa con esta cuenca a medida que van creciendo las intervenciones. En ese sentido, pudimos darnos cuenta con el tiempo cuáles eran los cambios importantes que iban ocurriendo. Por ejemplo, en 2007-2008 se implementan las plantas de tratamiento de agua servida en esta región y pudimos ver cómo mejoraba la calidad del agua cuando se implementaron estas plantas", complementa el Dr. Ricardo Figueroa, investigador del centro y académico de la Facultad de Cs. Ambientales UdeC.

El desafío es mantener viva la cooperación entre el sector público y privado porque se trata de la protección del principal recurso que sustenta en gran parte la actividad productiva de nuestra región. En ese sentido, el centro EULA quiere reconocer en este seminario el apoyo permanente de tres empresas que han estado permanentemente apoyando el programa: CMPC, ESSBIO y ENAP.

"Es un ejemplo único en América Latina, en el cual se unen un centro académico con el sector privado para entregar al sector público un resultado de la calidad del río", añade el director del EULA.

PROTEGER LA CUENCA ANTE NUEVOS DESAFÍOS

"Queremos hacer un llamado, a seguir protegiendo la cuenca, en particular porque tenemos un escenario que es distinto al que teníamos hace 30 años", relata el Dr. Barra.

Dr. Ricardo Barra Ríos director EULA

La aparición de temas emergentes con relación a la cuenca demanda una nueva mirada al recurso hídrico, una que contemple los cambios hidrológicos, la reducción del caudal y la disminución de las estaciones. "Ahí hay una tremenda oportunidad donde nosotros desde la academia podemos contribuir con el conocimiento científico y en plantear soluciones. Trabajar en una herramienta que nos va a servir para darle sostenibilidad a la región completa", explica el director del centro EULA.

El centro también ha identificado la eutroficación del río producto de descargas de nutrientes, problema asociado a las floraciones algales nocivas. "Las descargas siguen siendo iguales a lo largo de todos estos años, pero tenemos menos agua para diluirla y eso se transforma en una amenaza. Este es un tema relevante que tenemos que cautelar", declara el Dr. Barra.

Establecer la relación entre calidad de agua y biodiversidad también es otro de los desafíos del centro: "Tratar la calidad del agua, evitar la contaminación, también significa un beneficio para proteger la biodiversidad, ya que este es uno de los ríos más biodiversos en Chile, por ejemplo, desde la perspectiva de la fauna de peces", añade el académico UdeC.

"Todos estos cambios, que son significativos para tomar decisiones respecto a la gestión del recurso hídrico, necesitan antecedentes. Lo que nosotros queremos es que este programa de monitoreo, que es un ejemplo a nivel nacional e internacional, que ha sido reconocido por la cátedra Unesco, se mantenga a la altura de los nuevos desafíos", puntualiza el Dr. Figueroa.

El programa de monitoreo de la calidad del agua del río Biobío es un proyecto emblemático del Centro de Ciencias Ambientales Europa-Latinoamérica, mejor conocido como EULA, institución que celebra sus 34 años de vida.




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