Gendarmería realizó cuatro allanamientos simultáneos en recintos penales de la región, uno de ellos ubicado en la provincia de Biobío.
El operativo se enmarcó dentro de un procedimiento coordinado desde la Subdirección Operativa de la institución, en conjunto con la Dirección Regional del Biobío.
Los allanamientos fueron sorpresivos y se llevaron a cabo de manera simultánea en el Complejo Penitenciario Biobío y los Centros de Detención Preventiva de Arauco, Lebu y Mulchén.
Las diligencias efectuadas movilizaron a 214 funcionarios de Gendarmería, pertenecientes a la guardia interna de unidades penales con apoyo de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios y guías del Equipo de Canes Adiestrados.
Al respecto, la directora regional de Gendarmería de Biobío, coronel Angélica Briones, explicó que el propósito de este tipo de acciones es retirar elementos prohibidos y, de este modo, reducir la ocurrencia de delitos en recintos penales.
Este operativo sorpresa intervino a un total de 321 internos, tanto imputados como condenados; asimismo, permitió incautar elementos prohibidos como armas cortopunzantes y contundentes, además de teléfonos celulares, accesorios y diversos tipos de droga y licor artesanal.
En el caso del Centro de Detención Preventiva de Mulchén, se allanó un módulo de imputados con un total de 59 internos y no se realizaron hallazgos de elementos prohibidos.
Desde Gendarmería detallaron que, en cierta forma, esto último se explica debido a la alta frecuencia de registros que se llevan a cabo en ese centro penitenciario.
El operativo se enmarcó en el Plan Nacional de Seguridad Penitenciaria que contempla la intervención de gran parte de las unidades penales del país.
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