El diputado por el distrito 21 del Biobío, Cristóbal Urruticoechea, abordó por primera vez la acusación que pesa en su contra sobre uso indebido de cargas de bencina para la función parlamentaria, además de referirse a su labor legislativa y a los problemas de seguridad en Chile.
El medio de investigación Ciperchile.cl reveló que la expareja del parlamentario, Tamara Küpfer, estuvo cinco años utilizando tres tarjetas de combustible que se le destinan a los legisladores para que suministren de bencina a los vehículos con que se desplazan a realizar las labores propias del cargo.
En concreto, y siempre de acuerdo al citado medio y a las aseveraciones de la propia implicada, Küpfer estuvo entre 2018 a 2022 haciendo uso de este beneficio que es exclusivo para las autoridades, para pagar la bencina del auto que ocupaba por esos años.
La noticia causó revuelo en el mundo político nacional, por lo que Urruticoechea fue enviado a Comisión de Ética de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Además, el otrora concejal de Los Ángeles renunció al Partido Republicano, según confirmó el líder de esa colectividad José Antonio Kast.
DEVOLUCIÓN DE DINERO
En otra nota, Ciper Chile publicó también que Cristóbal Urruticoechea habría devuelto el dinero utilizado en esas cargas de bencina, reponiendo un aproximado de 7 millones de pesos.
"El pasado viernes 3 de mayo, el diputado Cristóbal Urruticoechea (ex republicano) entregó un cheque a la Cámara de Diputados por $7.047.051. El monto corresponde a parte de lo gastado en combustible por su expareja, Tamara Küpfer, quien afirmó que durante casi cinco años utilizó las tarjetas para cargar bencina con fondos públicos que el Congreso dispone para que los parlamentarios puedan desarrollar su labor", indica el portal.
VERSIÓN DEL DIPUTADO
Sobre este asunto faltaba saber la versión del parlamentario, que había preferido omitir declaraciones para no exponer públicamente a su familia. Pero ante un nuevo contacto, esta vez entregó sus impresiones en exclusiva con Diario La Tribuna.
En primer lugar, ante la consulta de este medio, Urruticoechea indicó que las cargas sí fueron efectuadas, pero que éstas se realizaron sin su consentimiento.
"Por un medio de comunicación me enteré de transacciones de bencina en mi ausencia, de las que no participé y no tuve conocimiento", señaló el legislador.
Debido a su ruptura con su expareja, el diputado afirmó que no ha podido comunicarse con Küpfer, a quien le endosa la responsabilidad por el uso indebido de las tarjetas de bencina.
"Hoy estoy pasando por un hecho doloroso de separación por lo que no tengo posibilidad alguna de discusión con quién realizó dichas transacciones", expresó.
Además, Urruticoechea confirmó que devolvió todo el dinero que habría utilizado su expareja para cargar combustible.
"Como las transacciones están cargadas a mis asignaciones, consideré ético y moral devolver hasta el último peso y eso fue lo que hice, sin presión alguna, el 03 de este mes", afirmó.
LABOR PARLAMENTARIA DE URRUTICOECHEA
El diputado Urruticoechea también habló sobre su labor parlamentaria y los proyectos legislativos que lo mantienen ocupado. Además, entregó su mirada sobre los problemas de seguridad en Chile y qué soluciones se podrían gestionar desde el Congreso.
PROYECTOS DEL DIPUTADO
"Los proyectos que concentran mi atención son aquellos referidos a la agenda de seguridad y también los temas referidos a la educación. Para mí, el derecho que tienen los padres a educar a sus hijos es sagrado, y cualquier intromisión por parte del Estado me parece inaceptable. No estoy dispuesto a aceptar que la agenda 2030 dirija la vida de las personas y mucho menos de los niños. Para mí las personas libres tienen ideas, en cambio las ideologías son esclavizantes, y eso es lo que busca una agenda como ésta, transformar a las personas en esclavos coartándoles sus derechos y libertades".
PREOCUPACIÓN POR SEGURIDAD
"La seguridad es la principal preocupación de los chilenos, pero no estoy tan seguro si es la primera prioridad para el Gobierno del Presidente Boric. Uno ve que las declaraciones de él y sus ministros no se traducen en el Congreso en una tramitación efectiva de la agenda de seguridad. El control de la agenda legislativa lo tiene el Gobierno, por tanto como parlamentarios podemos fiscalizar y apoyar los proyectos que nos parecen razonables. Siempre he apoyado las materias que apunten a robustecer la seguridad, no creo que quienes gobiernan puedan decir lo mismo, porque cuando fueron parlamentarios votaron todo en contra. De todos los proyectos el que me parece un gran avance es perfeccionar la ley antiterrorista, pero obviamente esperaría que mejoremos nuestro sistema de persecución penal, el Estado debe perseguir a los delincuentes, no a los Carabineros".