Cada 5 de septiembre, las organizaciones de salud alrededor del mundo conmemoran un nuevo Día Mundial del Mieloma Múltiple, una enfermedad cancerosa que afecta las células plasmáticas en la sangre de quienes la padecen. Esta efeméride, reconocida dentro de Chile, busca visibilizar esta problemática entre las personas difundiendo el control preventivo y la concientización frente al impacto del cáncer en la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comprende al cáncer como un término general que abarca un considerable número de enfermedades que pueden dañar al organismo, siendo una de sus características principales "la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, en un proceso que se denomina metástasis". Se trata de una de las fases más críticas de la enfermedad relacionada con la muerte del paciente.
Dentro del país, de acuerdo al Ministerio de Salud, los tumores más frecuentes, desde el punto de vista de la mortalidad y de la carga de enfermedad, son el de estómago, pulmón, vesícula y vías biliares, colon, mama, próstata y cervicouterino. A pesar de que entre los nombrados no se encuentra el tipo de cáncer denominado mieloma múltiple, los cerca de 850 casos que se registran anualmente, según el Global Cancer Observatory, no dejan indiferente a los expertos.
LA IMPLICANCIA DEL TRATAMIENTO
Según profesionales del área, como el Dr. Eduardo Yáñez, oncólogo director del Centro de Investigación del Cáncer James Lind, el mieloma múltiple está considerado entre las enfermedades en las que "más progreso hay gracias al éxito de los estudios clínicos desarrollados en las últimas décadas".
"En 1980 sólo había un fármaco útil, que era la quimioterapia, pero en la última década se han aprobado más de 15 nuevos tratamientos (...) Entre los más reconocidos están los Inhibidores de Proteosoma, la Pomalidomida, los Anticuerpos monoclonales Anti CD38, y las Terapias con células CAR-T", siendo este último uno de los métodos más innovadores. En palabras del Dr. Yáñez: "Se extraen las propias células (linfocitos T) del paciente, se transforman genéticamente en el laboratorio y se estimulan para que puedan reconocer a la célula tumoral. Esos linfocitos modificados se le vuelven a infundir al enfermo para que destruya las células tumorales cuando las reconoce".
Otras de las alternativas que existen dentro de Chile "es el trasplante autólogo de médula ósea", el cual, explicó Yáñez, "consiste esencialmente en una quimioterapia de alta intensidad para destruir el mieloma residual, la que se administra al paciente luego de haberle extraído células madre de su sangre. Después de la quimioterapia, esas células se le reinfunden para que la médula comience a producir nuevas células".
MAYOR EXPECTATIVA DE VIDA
Por otra parte, el director del Centro de Investigación del Cáncer James Lind, dio cuenta de la importancia de los estudios realizados en torno a pacientes que viven con esta enfermedad ya que "participar en este tipo de ensayos permite a los pacientes acceder a los fármacos de vanguardia y contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos para futuros pacientes, como lo que se ha logrado en el caso del Mieloma Múltiple, en el que hemos pasado de los 3-5 años a los 7-10 años de supervivencia".
Asimismo, agregó que actualmente dentro de Chile se "están reclutando pacientes para un estudio de fase III, que evalúa la administración subcutánea frente a la intravenosa de isatuximab en combinación con Pomalidomida y Dexametasona, en pacientes adultos con mieloma múltiple recurrente y/o refractario". Lo que da cuenta del avance en investigación y descubrimiento de nuevos tratamientos.
Durante 2017, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución sobre la prevención y el control del cáncer, medida que instó a los países integrantes de la OMS a apresurar la aplicación de acciones enfocadas en cumplir las metas del Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2013-2030 y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible a fin de reducir la mortalidad prematura por cáncer.