Salud

Los Ángeles: 50% de los hospitalizados debido a los piqueros requiere cirugía

Desde el Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" se aseguró que a pesar de que el alcohol es un factor de altísimo riesgo, está presente en más de la mitad de los accidentados.

Contexto, Unsplash
Contexto / FUENTE: Unsplash

La llegada del verano trae consigo la apertura de la temporada de piscinas, una opción casi predilecta para capear las altas temperaturas que se hacen presente en comunas como Los Ángeles. Sin embargo, el peligro viene de forma intrínseca para los veraneantes más osados que realizan acrobacias y piruetas en torno a estos cuerpos de agua.

Tal es el caso de los piqueros, una preocupante práctica popularizada entre las personas y que debería ser realizada solo por profesionales. Sin ir muy lejos, desde el Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" ha señalado que el impacto de una persona contra el fondo de una alberca puede generar un colapso de las vértebras que rodean la médula espinal.

En aquellos casos se puede llegar, incluso, a tener una parálisis, tanto de musculatura respiratoria como de las extremidades superiores y/o inferiores, teniendo que requerir conexión prolongada a ventilación mecánica y cuidados intensivos en una UCI. En situaciones aún más extremas, hay quienes han perdido la vida.

CIFRAS PREOCUPANTES

Desde el recinto angelino, el neurocirujano Oscar González entregó los números que evidencian el panorama actual al que se han visto enfrentados: "Del total de pacientes que tienen una lesión por piquero, y que se hospitalizan, la mitad requiere cirugía (...) A su vez, la gran mayoría, prácticamente el 95 % de los casos, son varones y en más de la mitad de los casos hay presencia de alcohol".

A juicio del especialista, esto "claramente ensombrece el pronóstico en términos de que las lesiones más severas se producen cuando hay alcohol asociado al piquero (...) De hecho, en lo que va de la temporada, se han atendido tres casos por eventos asociados a piqueros en el Complejo Asistencial, de los cuales una persona falleció, y los otros dos resultaron con lesiones graves".

PREVENIR ANTES DE LAMENTAR

Por su parte, Claudio Caballero, cirujano infantil del complejo asistencial, hizo un fuerte llamado a la prevención, colocando énfasis en que toda la familia puede estar en riesgo: "El tema de accidentes en la piscina es complejo, siempre tenemos pacientes por algún tipo de accidente por inmersión en piscina, por lo mismo, acá hablamos que la prevención es lo mejor que podemos hacer para evitar estas situaciones".

A lo anterior, Caballero sumó que es vital rodear las piscinas con "una reja de por lo menos unos 120 centímetros de alto y con algún seguro para niños en la puerta (...) Siempre hay que vigilar y estar alerta de los niños cuando están jugando cerca de la piscina, no dejarlos solos ni siquiera 20 segundos, porque los niños en ese momento pueden tener un accidente y caer a la piscina".

Durante la temporada estival, los tutores y padres suelen buscar métodos de seguridad como los coloridos flotadores, no obstante, los expertos guardan una visión crítica de estos elementos. De acuerdo con el cirujano infantil, "las alitas no ayudan mucho, incluso pueden ser peligrosas porque el niño puede caer de cabeza, en ese sentido es mejor usar un chaleco salvavidas directamente".

"Es ideal también que los niños estén preparados desde pequeños, por ejemplo, existen cursos que permiten que los niños aprendan a nadar o a flotar y eso permite estar seguro mientras llega un adulto, aunque la vigilancia sigue siendo lo más importante (...) Obviamente a esto le sumamos conocer las maniobras de reanimación básicas por si el niño cae al agua y pedir ayuda oportuna", complementó.

SABER ACTUAR

En este punto se vuelve crucial traer a colación parte de la entrevista que sostuvo el Dr. Francisco Marino, médico urgenciólogo y jefe del Servicio de Urgencia de Clínica Las Condes, junto a diario La Tribuna, donde se entregaron instrucciones vitales para saber reaccionar ante una emergencia.

"Se comienza con una insuflación o ventilaciones de rescate, donde se introduce aire hacia la boca de la víctima, puede ser cuatro insuflaciones de rescate y después seguir con las compresiones torácicas. Se mantiene el patrón de 30 compresiones torácicas y dos insuflaciones. En cuanto a las compresiones torácicas las manos se deben colocar en la región intermamilar y la profundidad de cada compresión tiene que ser al menos un tercio del tórax", comentó en aquella oportunidad el Dr. Marino.

Asimismo, es crucial llamar a personal de emergencias y mantener maniobras de reanimación, evitando siempre la estimulación de vómito, ya que "eso puede ser más riesgoso porque después esa agua la puedes volver aspirar y puedes provocar también una neumonía aspirativa".

Etiquetas:

#Salud



matomo